En los últimos años del siglo XX, algunos economistas sostienen que desarrollos en tecnología de la información y la globalización habían dado nacimiento a una nueva economía (en primer lugar, en los Estados Unidos), que tuvo una tasa de crecimiento y productividad de la vieja economía que reemplazó. Algunos fueron más lejos, agregando que en la nueva economía, la inflación estaba muerta, el ciclo de negocios suprimidos y las reglas tradicionales de la economía eran redundantes. Estas afirmaciones fueron altamente polémicas. Otros economistas señalaron que predicciones similares habían efectuadas durante los anteriores períodos de rápido cambio tecnológico, sin embargo, la naturaleza de la economía no fue alterada fundamentalmente. Con el estallido de la burbuja del mercado accionario puntocom en el 2000, la frase cayó en desuso, aunque la productividad seguido elevándose, gracias no menos a las nuevas tecnologías, especialmente en los Estados Unidos.