A menudo se alega que el altruismo es incompatible con la racionalidad económica, que se supone que la gente se comporta egoístamente. Ciertamente, mucho análisis económico se refiere a cómo se comportan las personas, y homo economicus (hombre económico) generalmente se asume para actuar en su propio interés. Sin embargo, su propio interés no significa necesariamente egoísta. Algunos modelos económicos en el campo de la economía conductual suponen que individuos egoístas se comportan altruistamente porque obtienen algún beneficio, o utilidad de hacerlo. Por ejemplo, puede hacerlos sentirse mejor consigo mismo, o ser una útil póliza de seguro contra el descontento social, dijo. Algunos modelos económicos van más allá y relajar la suposición tradicional de comportamiento totalmente racional simplemente asumiendo que la gente a veces se comporta de forma altruista, aunque esto puede estar en contra de sus propios intereses. De cualquier manera, hay literatura económica mucho acerca de la caridad, la ayuda internacional, gasto público y tributación redistributiva.