Muy seguido y el economista más incomprendido, alemán (1818–83). Sus dos obras más conocidas fueron el manifiesto comunista, escrito en 1848 con Friedrich Engels y Das Kapital, en cuatro volúmenes publicados entre 1867 y 1910. La mayoría de sus supuestos económicos fueron dibujada de economía clásica ortodoxa, pero él los usó para llegar a conclusiones muy poco ortodoxas. Aunque reclamó y culpó de la inspiración de algunos de los gobiernos más virulentamente anti-mercados que el mundo jamás haya visto, no estaba totalmente contra el capitalismo. De hecho, lo elogió por rescatar a millones de personas de "la idiotez de la vida rural". Aún así, pensó que fue condenado. Una escasez de demanda concentra el poder económico y la riqueza en manos nunca menos, produciendo un proletariado cada vez mayores y más miserable. Eventualmente esto aumentaría, creando una "dictadura del proletariado" y llevando finalmente a una "extinción" del estado. Marx pensaba que esta versión de la historia era inevitable. Hasta ahora, la historia demuestra que es mal, en gran medida porque el capitalismo ha entregado un mucho mejor trato a las masas que él creía que sería.